Los seres humanos
por naturaleza tendemos a lo transcendente buscando un sentido espiritual en la
vida, aclarando que muchas personas no creen en nada fuera de lo
material-biológico lo cual es respetable y valido, existe la libertad de creer
o no en la divinidad, en esta oportunidad he reflexionado desde lo humano sobre
la RESURRECION CON CRISTO Y EN CRISTO, que desde mi perspectiva es una
invitación en renovarnos internamente para poder trasmitirlo externamente.
Partiendo de lo
anterior, en la resurrección de Jesús podemos visualizar lo necesario de dejar
atrás aquellos aspecto de nuestras vida que nos hace daño, aquello que no nos
permite avanzar y ser feliz, que debemos de procesar adecuadamente (un ejemplo
para darme a entender hace un año que salí de Venezuela, deje a mi familia y a
Fe y Alegría, aun siento la tristeza por lo dejado, pero estoy procesando
aunque me cueste esas emociones), pero en Jesús lo definitorio es que nos invita
a estar alegres y no tener miedo, aun cuando no sabemos cómo renovarnos para
ser feliz, porque Él nos acompaña aun cuando no lo sintamos así.
De igual forma,
para aquellas personas que no creen en la Resurrección de manera literal, el
relato pedagógico del Evangelio sobre este episodio igual nos invita a
renovarnos internamente para ser felices, con la salvedad que en cuanto tanto
estoy feliz puedo al mismo tiempo ayudar a otros a ser feliz, viviéndolo en mi
acción en concreto con mi voluntariado en Bolivia especialmente con la asociación
Plataforma Solidaria, cuando uno decide servir a otros genera satisfacción,
alegría y felicidad en el alma, reconociendo que hacerlo implica un desgaste
físico, mental y espiritual (acompaño el comedor y cada día debo estar
pendiente que coman adecuadamente 67 chicos, que es una pasada como dirían los
españoles o cuando estoy en la oficina de la guardería, donde están 50 niños
entre 2 a 5 años y mínimo lloran 5 a diario), evidentemente con ellos puedo
sentir la acción de la resurrección de Jesús, ya que desde la humano de cada
chico veo lo espiritual, por lo tanto, nuestra felicidad es plena cuando
involucramos a otros sean familiares o amigos, realmente no es fácil descifrar
el camino a la felicidad, pero como dicen por allí EL CAMININO ES FELIDAD…
Ronald Valer: R.V
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