Los seres humanos al parecer estamos inmerso
en un continuo desorden existencial, entendiendo existencia como la vida
ordinaria o todo aquello que simplemente vamos viviendo cada hora que
respiramos, haciendo un recuento de la historia son más los momentos de
desorden o la palabra más utilizada en el último siglo estamos en “CRISIS”, me
gusta más llamarle DESORDEN, debido
que desde el desorden nosotros vamos descubriendo que puede existir un orden,
que cada uno de nosotros lo podemos elaborar desde nuestra situación,
resaltando que dicho orden es tan relativo como la luz eléctrica en Venezuela
(solo los venezolanos me entenderán J).
Partiendo de ese orden
relativo, nos lleva a reflexionar continuamente a llevar una vida integral
ordenada que parte de darle a cada vivencia, afecto o emoción un nombre y lugar
adecuado, para luego desde la conciencia designarle el valor que amerita, permitiéndome
enfocarme en aquello que desde mi perspectiva me hace bien personal y
comunitario, desechando o encauzando aquello que me hace daño, con la finalidad
de permitirme tener desde el desorden existencial un orden integral e ir
empoderándome de mi propia vida, reconociendo en última instancia que cada día debemos
ordenar la existencia, una labor de nunca acabar.
Por lo tanto, mis hermanos disfrutemos
del desorden de la vida, de la sociedad, de las emociones, porque gracias a
ellas podemos darnos cuenta del orden que nos falta, para comenzar a trabajar
en ello aunque al principio cuesta, pero lo hermoso de esta realidad que vamos
cada día desarrollando actitudes y aptitudes que de otra forma no lo haríamos…
Ronald Valera: R.V
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