Al escribir estas líneas estoy
terminando el día de celebrar 31 años de vida que Dios me ha concedido, en el
transcurso de este tiempo he descubierto que mi vida es muy dinámica,
polifacética y sorpresiva, usualmente cada año celebro la vida con personas que
no estaban en el cumpleaños pasado, llevándome a reflexionar sobre varias cosas
que emocionalmente sentí, la primera de ella es un VACÍO al saber que no
estaría con mis padres que me dieron la vida y me criaron (especialmente
Deicy), la ausencia de mis hermanos ya que era costumbre reunirnos en cada cumpleaños
para celebrar comiendo, tomando café o unas cervezas, y de mis amigos más
cercanos con los que tengo una conexión afectiva profunda.
De igual forma, sentí GRATITUD
por todo lo vivido de manera integral momentos felices y momentos triste, vaya
que me ha costado aceptar lo último como parte de la vida y de mi crecimiento
humano, pero a medida que pasaba este día especial, experimente una FELICIDAD Y
SATISFACCIÓN ENORME, dándome cuenta que aunque mis padres, hermanos y amigos no
están, la vida me ha presentado otras personas que me acompañan en mi presente
como: mi novia, la familia de plataforma
y amigos como Julián, además, de las personas a quienes les brindo mi trabajo:
los niños de la guardería, comedor, los ancianos que una vez al mes acompañamos,
entre otras personas; esta sensación que comenzó a invadir mi ser me acompaño
todo el día, permitiéndome sin caer en idealismo en afirmar que no estamos
solos en la vida, que existen personas a nuestro alrededor que nos ama con
nuestra debilidades y manías (vaya que soy maniático), lo único que tenemos que
hacer es tener conciencia de ello, porque si dejamos que nos domine la tristeza
o el vacío difícilmente lo veremos, integrando el vacío existencial y las
ausencias, la conciencia del alma dará el paso de experimentar la felicidad y
la satisfacción de sentirse amado y queridos por otros.
Por lo tanto, mis hermanos les
animo a vivir las emociones que se vayan presentando con la intención de
integrarlas a la conciencia, quedándonos con aquellas que nos permite sentir el
amor de los demás hacia nosotros, la satisfacción de ver la incidencia en otros
del trabajo que realizamos y sobre todo sentir que aun dentro de la turbulencia
de la vida existe la felicidad, solo depende de TI QUE LA QUIERAS VER…
Ronald Valera: R.V
Gracias por los buenos deseos…
Te amo mi vida
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