En estos días después de
celebrar mi cumpleaños he visto situaciones humanas dolorosas como: lo que aun
padecen mis hermanos venezolanos, así como situaciones donde mis seres queridos
sufren pena, dolor y decepción, entonces me pregunto ¿QUÉ ES LA VIDA?,
repasando mi historia que ha sido compleja, voy descubriendo varias cosas que
me dan algunas pistas para responder una pregunta sin respuesta (vaya paradoja,
pero como lo he dicho así somos los seres humanos).
En varias etapas de mi vida he
sentido y definido la vida como una pesadez, oscuridad y padecimiento, que se
traduce que en esta vida solo se viene a sufrir, que todo el sistema o el mundo
conspiran para hacerme daño, llevándome a caer en un victimismo que en un
momento rindió sus frutos pero a la larga no, como consecuencia no asumía la
responsabilidad de mis actos, impidiéndome avanzar y crecer como persona, pero
llego un momento de mi vida de gran impacto que todo cambio y comencé a ver la
vida desde otro paradigma.
Ese otro paradigma, es ver la
vida como un DON, que es un regalo que me fue dado que comenzó desde que mis
padres optaron por estar juntos y me engendraron, pasando por mi crecimiento
donde muchas personas estuvieron allí para cuidarme, quererme e incluso amarte,
lo antes mencionado, no disfraza que en mi vida existan momentos muy duros que a
lo mejor nunca entenderé; la diferencia con esta nueva manera de ver la vida es
que me ha llevado a valorarla, a ser responsable de la misma, asumiendo las
consecuencias de mis actos y sobre todo a ser AGRADECIDO por tanto bien
recibido hasta hoy en día, llevándome a dar mi vida por lo demás en acciones
concretas, a veces sencillas otra veces más grandes, pero siempre tratando de
devolverle a Dios o al universo como dirían mis hermanos ateos todo el bien
recibido.
Por eso mis hermanos, les
invito a reflexionar y tener conciencia desde que óptica responden a la
pregunta que en el inicio me planteo (¿Qué es la vida?), desde el pesimismo o
desde el agradecimiento del don recibido, porque en función de ello elegiremos
nuestras acciones para responsabilizarnos por ellas o no, además, de encerrarme
en el egoísmo o abrirme al servicio del otro.
Ronald Valera: R.V
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