En esta época de Navidad que se conmemora el nacimiento de Jesús de Nazaret, concebido por muchos como hijo de Dios, estoy acostumbrado a hacer una reflexión de todo lo transcurrido durante el año. De ante mano confieso que soy creyente de Jesucristo, que es mi modelo a seguir dentro de la religión católica a pesar de las situaciones que en ella se presentan. Expongo estas líneas desde mi experiencia humana , así que también pueden ser de gran ayuda para mis hermanos agnósticos, ateos o de otras religiones. Este año he avanzado en muchos aspectos de mi vida, he retrocedido en otros y he vivido un torbellino de emociones. A causa de ello, me he dado cuenta de una cosa: lo que pensé en un momento imposible, en otro se volvió posible . Como creyente pienso que es providencia del Señor que se hace presente en su divinidad, sin embargo, al profundizar en ese hecho, me doy cuenta de que fui dando pasos o, como me gusta llamarlo, he ido generando las condiciones para que en un moment
Describo en todos mis artículos todo lo referente a las emociones humanas.