Hoy en día todo estamos habituados a la continua información sobre la pandemia del COVID-19, en la cual los gobiernos de turnos se han atribuido poderes para poder sobrellevar de la mejor manera la situación buscando el bienestar (supuestamente) de los ciudadanos y de la sociedad en general, sin embargo, son pocos gobiernos que permiten que se les controle propiciando ataques contra aquellas personas o instituciones que realizan tal fiscalización refugiándose que es perder tiempo valioso para salvar vidas. Confieso que aún estoy reflexionando que tan efectivo es para un estado de emergencia la división de poderes, pero en esta semana a raíz de un acto de corrupción descomunal en Bolivia por la compra de 170 respiradores que no son útiles para la pandemia, se efectuó un robo de más 3 millones de dólares en una situación donde cada centavo es necesario, siendo responsable un grupo de funcionarios de alto nivel del actual gobierno. Así mismo, lo que quisiera resaltar
Describo en todos mis artículos todo lo referente a las emociones humanas.