Hola
mis amigos y hermanos, en este momento
que estoy escribiendo esta reflexión muchos países llevan hasta 3 meses de
cuarentena y otros menos, lo cierto que esta
acción aun con sus deficiencias han salvado miles de vida, además, han evitado que se hallan
contagiados otras personas; sin embargo, una realidad
que está surgiendo que preocupa
someramente sin caer en la
tentación de decir que es lo fundamental, es la caída de los ingresos
económicos de las familias mas vulnerables del sistema económico imperante en
cada país producto de la parálisis que
ha llevado la cuarentena, esto nos lleva
pensar en varias cosas, pero quisiera
puntualizar en esta ocasión en la
siguientes interrogantes: ¿de qué forma se puede ayudar?/¿desde mi realidad
como persona puedo ayudar al otro?/ ¿solo se tiene y debe ayudar en lo
económico?.
Partiendo
de lo antes mencionado, se puede seguir profundizando en como la humanidad
responde ante las crisis, muchos se enfocan en el lado negativo y pesimista
existe esa realidad es la que hace más ruido, sin embargo, sin negar lo difícil
opto por sacar a relucir en este escrito lo positivo que también existe en estos
tiempos. En los momentos duros también muchas personas tienden a ayudar en la
medida de sus posibilidades a otras surgiendo la solidaridad entre unos y
otros, porque simplemente cada quien decide como responder tal como lo expresa Víctor
Frankl, (1998, pg133): “El hombre tiene dentro de sí ambas potencias, de sus
decisiones y no de sus condiciones cuál de ellas se manifiesta”. Como lo expone el autor, cada quien opta si
ayuda al prójimo o le hace daño, aun en la circunstancia más dura se puede
optar por la solidaridad.
Aclarado
lo anterior, me gustaría clarificar que la solidaridad no es solamente dar
dinero al más necesitados (todos siempre necesitamos), no es esperar que vengas
instituciones públicas o privadas a proveernos
de bienes materiales ( son necesarios), sino que es mas allá de lo material
como lo expresa claramente Julian Lopez-Brea Prous, (2013, pg93): “ La solidaridad organizada y sincera de forma
horizontal entre las personas del mismo entorno familiar y social, sin tener
que esperar que vengan de los estratos
de más status económicos, hace más participes y
protagonistas a todos”. Como lo describe Lopez-Brea, al organizarse en
familias o comunidades, la solidaridad lleva a los involucrados en hacerse
protagonistas activos en la acción hacia el otro, sin necesidad de esperar al estado
u otra persona pudiente (si ayudan seria fenomenal), pero si no lo hacen igual
la solidaridad seguiría realizándose como una forma de responder a la realidad coyuntural
que se esta presentando y se presentará después que levanten el confinamiento.
Partiendo
de lo anterior, todos los seres humanos podemos ayudar a otros dentro de
nuestras posibilidades y aclaro que la
acción solidaria no se traduce en dar dinero o alguna cosa material, también se
puede ser solidario escuchando al otro, en dar de mi tiempo en hacer algo,
evidentemente siguiendo las recomendaciones de Julian cada familia se debería
de organizar, al igual que las comunidades para pensar en las acciones necesarias
en esta situación, y cuáles serán las acciones a seguir en los tiempos
venideros porque las consecuencias
psicológicas, emocionales y económicas serán muchas en nuestras comunidades por
ello ofrezco como alternativa las siguientes acciones:
·
Entre los integrantes de una familia hacer
un presupuesto económico, si es necesario ser más austeros y si existe la
posibilidad comprar mayor cantidad de víveres para donar a otras personas que
pueden ser familias, amigos o conocidos.
·
Reflexionar que habilidad tengo y puedo
poner al servicio de mi familia o del otro, de manera gratuita (ejemplo soy
bueno escuchando, organizando juegos o se cocinar en grandes cantidades),
habilidades que son y serán necesarias en estos momentos.
·
Pensar si conozco personas que tienen buena
situación económica para hacer donaciones y contactar con asociaciones de
vecinos, hogares, ONGS y comedores populares para que ayuden con donaciones de víveres
o de dinero para que sigan funcionando.
·
Realizar en las universidades, colegios y
empresas operación Kilo para hacer bolsas de víveres y dársela aquellas
familias que son las más vulnerables por la situación.
·
Y por último y no menos importante ORAR si
eres creyente a tu Dios para que en medio de esta situación su providencia se
haga vida por medio de personas concretas.
Todas
las sugerencias antes mencionadas ya la están realizando muchas comunidades y
personas, solo que se deben de organizar de manera efectiva y mantenerse en el
tiempo, porque los expertos señalan que las consecuencias de esta pandemia
serán duras y complejas, pero con las acciones solidarias de varias personas se
hará más llevadera.
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