Durante
el fin de semana pasado estuve en un seminario que se caracterizó en crear las
condiciones para que los participantes tengamos conciencia de nuestra libertad
de elegir. Fue muy bueno aunque agotador, ya que coincidió con otras tareas que
debía hacer de mi trabajo; pero, en el transcurso del seminario fui notando
varios aspectos de mi vida que venía trabajando, más sin la profundidad
necesaria. Uno de ellos es poder tener consciencia plena de mis ganas de
consciencia (disculpen que sea redundante) que también llamo “Mi Despertar”,
que no se refiere a un ideal, sino a darnos cuentas simplemente de cuáles son
aquellas decisiones que están a nuestro alcance, que nos hacen ser como somos y, al mismo
tiempo, reconocer nuestras circunstancias con las limitaciones que esas
decisiones pueden generar.
Desde
hace tiempo sostengo la idea de que el ser humano es complejo, que tiene
diversas dimensiones que lo hacen un todo integral, pero nuestra sociedad lo
condiciona para atender solo una de ellas. Por ello, el mayor reto de todo
hombre y mujer en la actualidad es darse cuenta de que son seres articulados en
un todo con sus partes, son un sistema en el que, si falla un elemento, sentirán
los efectos que los llevarán a situaciones inadecuadas en sus vidas; en consecuencia,
si se perciben como un todo y dan los pasos para ser cada día seres plenos, globales,
la existencia para ellos será más amena aunque el entorno sea duro, porque cada
día sentirán menos resistencia a los cambios que se presenten inevitablemente.
La
libertad de elegir es un tema que tiene diversos matices, una de las cualidades
más importantes der ser humano pero la más descuidada, ya que, aunque en la
actualidad se hable de libertad, pocos tienen consciencia de ella o, por lo menos, las causas que la limitan, que
muchas veces no tienen nada que ver con lo externo; me refiero, sobre todo, a
aquellas cosas que tenemos y nos impiden ser lo que queremos, asimismo ser de
una forma o de otra conlleva a consecuencias que a veces no las vemos o
queremos ver.
Por
tanto, la invitación es, mis queridos hermanos y amigos, comenzar a ser
consciente de nuestro ser, de aquellas acciones que hemos realizado y nos han
llevado a donde estamos, para ser más eficiente en las decisiones que tomamos
como producto de nuestra libertad y, al mismo tiempo, asumir las consecuencias
que vienen con ella…
Palabras clave: Libertad,
consciencia, límites
Por: Ronald Valera | valera.ronald99@gmail.com
Redes: @Ronald909Ronald1 @ALBERTORONALD
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