En medio de tantas noticias sobre el COVID
-19, están sucediendo hechos relevantes que son digna de reflexionar para comprender el mensaje que transmiten, una de esas noticias es la ruptura de la alianza de Eva Copa ex presidenta de la Asamblea Legislativa y de Evo Morales ex presidente de Bolivia (autor del fraude electoral del 2019), ambos del mismo partido; ella poco conocida antes de los sucesos del 2019, él líder supremo del partido y de la nación Bolivia por más de 13 años (el jefazo), huye del país antes las revueltas de la ciudadanía; mientras la oposición asumía el poder ejecutivo porque habían renunciado el vicepresidente Lineras y Salvatierra que era la presidenta del poder legislativo en ese momento, todo cambio en menos de dos meses descolocando a la clase política de Bolivia, especialmente al MAS y a sus líderes.
Partiendo
de esos cambios, Copa asume el rol presidenta de la Asamblea Legislativa en
principio apegándose a la constitución y colaborando con la nueva presidenta para
pacificar al país, luego el jefazo ya instalado en Argentina con mayor claridad
comienza a marcar su poder no como presidente de la nación sino como jefe del
partido. Desde el inicio Evo y Eva no se entendía pero a la final Copa se
adecuo a las órdenes del líder cocalero, causándole un gran daño a la nación sobre todo cuando se
negaban desde la asamblea la autorización de los créditos internacionales que pedía el poder ejecutivo para paliar
la crisis del COVID-19; el acuerdo era
que Copa ejecutaba las ordenes de Evo para boicotear el
gobierno de transición, mientras el jefazo le garantizaba el apoyo del partido para la alcaldía del Alto, Copa cumplió el acuerdo
pasando a la historia como la persona
que cerro el debate político en la
Asamblea Legislativa aprobando el cambio de reglamento, mientras que Morales no
cumplió su parte porque sencillamente ya Eva
Copa no le es de utilidad política, pero allí es donde el jefazo se equivoca.
La
equivocación de Evo con respecto a Copa
es que ella representa el cambio
generacional en el MAS que desde hace
años piden las bases sociales, pero no les dan pelota porque la cúpula del poder
serian las mas perjudicadas
perdiendo influencia en la nueva dirigencia, además, la equivocación abarca
la cuestión de genero porque sencillamente Copa es una mujer empoderada,
que ha
demostrado con creces que puede asumir
cualquier rol dentro de la
política sin necesidad de tener a un
mentor (jefazo) que le diga qué debe hacer y cómo hacerlo; la discrepancia de ambos era que
Copa no hacia todo lo que Morales le
ordenaba, por último, esa ceguera
política de Evo no le permite entender que
los tiempos cambian, por ello, se
necesitan personas nuevas que respondan
a los nuevos retos, mientras lo que ya
estuvieron sedan el paso con la humildad que solo los años conceden, al parecer el jefazo tiene los años pero no la
humildad.
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