En esta
oportunidad me gustaría seguir reflexionando sobre la situación coyuntural de
Bolivia, para que podamos ser asertivos en las acciones ciudadanas que vamos a
emprender en los próximos meses y, de esta manera, iluminar el camino que
marcará la realidad del país durante los siguientes años.
A raíz de su
postulación para las elecciones presidenciales que se celebrarán en mayo, en
los últimos días, la actual mandataria boliviana ha recibido una serie de
críticas hacia ella y su partido político. Así también, se ha criticado que se
lance como senador el expresidente Evo Morales, por miedo a que el MAS retome
el poder que perdió hace unos meses, el cual fue inhabilitado por el Tribunal
Supremo Electoral; sin olvidar que este partido aún tiene mayoría en el poder
legislativo y las instituciones mantienen personas afines a su tendencia
política.
Sin embargo, Evo
y Añez no son el problema actual de Bolivia. Ellos apenas son consecuencia de unos
conflictos estructurales del Estado que no han sanado en el tiempo que debieron
hacerlo. Uno de los grandes obstáculos es la independencia de los poderes y de
las instituciones del Estado, que deberían ser un contrapeso entre las mismas
para buscar el beneficio de la nación boliviana y no de un partido político,
que ayer fue el MAS, hoy es JUNTOS y mañana podría ser CREEMOS.
¿Cuál es la
causa? Una de las razones versa en la falta de ciudadanía. Se cree que el deber
ciudadano es solamente cumplir la mayoría de edad para ejercer el derecho al
voto, pero va más allá, como lo es interpelar a los actores políticos, que no sean
vistos como mesías o dadores de migajas, sino como lo que son, servidores
públicos que se deben al ciudadano y no a la inversa. Asimismo, la sociedad
civil que abriga al conjunto de ciudadanos de una nación debe desarrollar un
papel protagónico para regular y fiscalizar a los funcionarios públicos, así
garantizar que estos cumplan con su deber y, al mismo tiempo, estén atentos a
que los gobernantes elegidos cumplan con sus promesas de campaña.
Por lo tanto,
una cosa es certera en este momento de mucha incertidumbre política: los
ciudadanos se deben activar de forma continua y no solo por las futuras elecciones
para lograr un gobierno que, aun cuando se deba a un partido político, busque
el bien común de todos y tome en cuenta a las personas sin importar su
ideología política, religiosa u orientación sexual.
Por: Ronald
Valera.
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sapienciaancestral19
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