Desde
hace algunos días he querido escribir
sobre el desánimo porque lo he tenido que experimentar varias veces. Muchas
personas que amo, como familiares y amigos, me comentan de sus situaciones
personales donde está presente de forma continua. El desánimo es una realidad que
no se puede ocultar ni eludir, sino que se debe visualizar para canalizarlo de
la mejor manera y así crecer personalmente a partir de él. No hay emociones
buenas o malas, sino emociones que nos pueden estancar o ayudar a salir
adelante, y dependen, en su mayoría, de cómo las orientamos.
Ante las diversas realidades que vivimos, podemos
decir que el desánimo es carecer de energía para avanzar en
nuestro camino o simplemente perder la ilusión hacia alguien o algo[1]. Es una debilidad que incluye
el cuerpo, la energía mental y espiritual, que se diferencia de una dolencia
física porque no presenta síntomas de alguna enfermedad, pero es un medio para bajar las defensas de
nuestro sistema y nos podamos debilitar.
Esta
sensación de desánimo es habitual en los seres humanos, pero es preocupante cuando
se vuelve constante porque, al fin de cuentas, suele ser destructivo para
cualquier persona. Por ello, cuando nos sintamos desanimados, decaídos o
cabizbajos, vivamos el momento pero sin dejar de hacer el trabajo, es decir,
realizar aquellas acciones que nos ayudan a salir de ese estado anímico. Si,
por el contrario, no podemos despegarnos de ese estado de pesadumbre, es importante
que busquemos ayuda profesional para descartar una depresión o cualquier otra
dolencia espiritual.
Siendo
honesto, en nuestra cotidianidad se van presentando estados de ánimos como
parte de los sucesos que ocurren en nuestro entorno, sin embargo una cosa es
cierta: todo depende de cómo reaccionamos ante esas situaciones que vivimos,
las cuales, muchas veces, no podemos cambiar, por lo que nos lleva a una acción
que recomienda Víctor Frankl: “Cuando ya no somos capaces de cambiar una
situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos”.
Por: Ronald Valera
Instagram: sapienciaancestral19
Comentarios
Publicar un comentario