“Soy
peregrino del mundo”
Continuando con el tópico de mis últimas
reflexiones que tienen como eje la política,
entendida como aquellas acciones realizadas por el ser humano para buscar el
bien común de la sociedad donde está inmerso, trato de ampliar el panorama de
mi manera de pensar y sentir tomando como referencia la situación coyuntural de
Bolivia, para no adoptar una partidismo político, sino para llamar las cosas
por su nombre -reconociendo que es un imposible posible-. Sin embargo, algunas
de las personas que han leído estos textos me denominaron miope o partidista de una tendencia política que, por supuesto, la
tengo pero no me muevo en función de ella.
Esas calificaciones en vez de agredirme, me invitan a seguir reflexionando, por lo que me pregunto: ¿realmente soy miope en la política?, ¿será que mis escritos no son asertivos porque no dicen lo que otros quieren leer?, o ¿es más fácil llamar miope a una persona que realizar un debate político constructivo? A partir de estas interrogantes para las que no tengo respuesta aún, surgen en mí algunas ideas:
Esas calificaciones en vez de agredirme, me invitan a seguir reflexionando, por lo que me pregunto: ¿realmente soy miope en la política?, ¿será que mis escritos no son asertivos porque no dicen lo que otros quieren leer?, o ¿es más fácil llamar miope a una persona que realizar un debate político constructivo? A partir de estas interrogantes para las que no tengo respuesta aún, surgen en mí algunas ideas:
1. El ser humano ha buscado diferentes doctrinas
para darle sentido a su existencia, pero ninguna ha podido lograrlo. Cuando el
individuo se adhiere a una de esas ideologías y confirma que no son ciertas,
puede elegir reconocer que se equivocó o simplemente no hacerlo cayendo en un
fanatismo que obstruye cualquier diálogo.
2. En el último siglo se han conquistado muchas
libertades individuales y sociales, al punto que cualquier persona en una comunidad
abierta puede dar su opinión sobre diversos temas sin poner en peligro su vida,
no pasa lo mismo en las dictaduras o sociedades cerradas. Se ha avanzado en las
libertades pero no en el pensamiento crítico, es decir que el hombre y la mujer
deben sustentar su postura desde el
contexto amplio donde se desenvuelven sin descalificar a quien difiere, de otro
modo seguirá polarizándose la sociedad.
3. Durante el último siglo se ha vivido mucha disociación,
nacionalismo y fanatismo en lo religioso, educativo y político siendo este avivado
desde la desarticulación en los últimos 30 años, porque a ciertos grupos de
poder les ha convenido; además de que en nuestras sociedades se quiere vender la idea de que “si
no piensas como yo estás en contra”,
realidad que no es del todo cierta porque podemos tener pensamientos, ideas y
posturas diferentes sin estar en contra del otro, ya que esa actitud deshumaniza
a la sociedad provocando la el conflicto entre ciudadanos.
Estas ideas, que nacieron con un rico café y un
bolo boliviano, aún se siguen profundizando porque en política nada está
acabado, lo que debe generar un enriquecido y sano debate que parte del respeto
hacia el otro como persona y, claramente, desde el pensamiento crítico…
Redes: @Ronald909Ronald1 @ALBERTORONALD
Comentarios
Publicar un comentario