En
la política-partidista los individuos se adhieren a la ideología, filosofía y
objetivos de un partido que influye en la visión de la persona, pero al mismo
tiempo los partidos se van moldeando a la personalidad de los dirigentes del
momento; es compleja la dinámica porque
se va creando una dialéctica entre el partido y el sujeto que lo dirige
llegando un momento que es difícil
distinguir entre el partido y el líder del mismo, caso concreto son Donald
Trump con el partido Republicano, Andrés López Obrador con el partido Morena,
Carlos Mesa con Comunidad Ciudadana, Luis Camacho con Creemos y Evo Morales con
el Movimiento Al Socialismo; cada uno de los lideres de dichas agrupaciones
le imprime su personalidad influyendo
fuertemente en el partido o en toda una nación para bien o para mal.
Partiendo
de ello, es necesario conocer que la personalidad se define según (REA, 2020):“Conjunto de características o cualidades originales que destacan en algunas personas”. Es
decir, los rasgos que distinguen a un
individuo de otro va definiendo su personalidad, resaltando las aptitudes, las actitudes,
el carácter y el temperamento de la persona, en resumidas cuentas la forma de ser del líder del momento será al
mismo tiempo la forma de ser del partido, sustento de ello se puede evidenciar
con los lideres antes mencionado; Trump
tiene rasgos de grandeza, mitómano e impulsivo el partido republicano y su
gobierno se distinguen por esos rasgos; otro ejemplo, es Carlos Mesa que es
mensurado y ecuánime en su actuar , su
partido va en la misma línea; el ex presidente Morales que se
distingue por ser narcisista e
indispensable, da a entender que sin el MAS Bolivia colapsaría.
De
igual forma, lo preocupante del asunto es que toda una nación puede caer en
manos de individuos, que tienen rasgos de personalidad contraproducentes para
dirigir la vida de millones de personas, porque si toman decisiones desde lo temperamental o el narcisismo pueden
destruir vidas, por lo tanto, es necesario que existan formas equilibrar las
balanzas del poder comenzando en lo interno de los partidos políticos, ya que
cuando son liderados por personas que son narcisistas y megalómanos las
consecuencias son lamentables sino echen un vistazo a EEUU y Venezuela.
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