Al
momento de escribir estas líneas aun a nivel
mundial se extiende la pandemia
teniendo como foco Latinoamérica, el
nivel de desempleo ha subido a
niveles que no se imaginaron, los
ingresos de las familias han caída significativamente, sumando un elemento que ha surgido (siempre ha existido ocultamente) en plena crisis que es
la corrupción de varios funcionarios públicos en distintos gobiernos del mundo
han robado miles de dólares, sin
contar con las distintas protestas sociales producto por
lo antes descrito, cabe preguntar: en todo
ello ¿existe algo bueno?/
¿puede existir la
luz en medio de tanta oscuridad?.
Partiendo
de las preguntas anteriores, SI existen
muchas luces que alumbren tanta oscuridad; existen muchas personas que
desde el inicio han realizando su labor de manera heroica
(médicos, choferes, científicos, académicos); también han surgido
iniciativas sociales en barrios y
comunidades organizadas que han organizado ollas comunes y ayuda con víveres a las familias más necesitadas; maestros, psicólogos y psicopedagogos que han prestado sus servicios de manera gratuita para apoyar
a quienes lo necesitan; las diversas religiones del mundo han organizado
jornadas de oración que son necesarios para
canalizar los niveles de angustias e incertidumbre donde estamos
inmerso, todo lo mencionado junto con otras acciones solidarias se han realizado dando esperanza que todo no son
sombras y oscuridades, igual surge
la pregunta: ¿es suficiente con
eso?/ ¿Qué otras acciones se pueden hacer?.
Las
ultimas interrogantes son cada día más complicado en responderlas porque
cada día
la situación se torna compleja, no quiere decir que se pierda
la esperanza, sino que nos invita
a buscar maneras creativas y sustentables para
seguir ayudando a los demás no
es un asunto fácil, porque se necesita
un aporte económico constante que cada es difícil conseguir, además, mucha
de las
personas que donaban dinero y
tiempo se sienten agotadas, por ello, es necesario trabajar en redes integrales por sectores o barrios
donde se puedan seguir apoyando a la
ollas comunes, pero también proponer en la distancia alternativas de
apoyo psicológico, psicopedagógico gratuito (es decir que si el barrio vive un psicólogo o psicopedagógico ponerse a disposición
para apoyar en esa área al barrio), ya que los padres llevan la mayor carga
emocional y psicológica se le ha añadido una
más la cual es ser maestros de sus hijos en los deberes escolares, un
reto que a más de uno lo ha llevado al borde la desesperación.
De
igual forma, mis hermanos creo que esta realidad nos muestra lo compleja que es
la vida, no la podemos enfocar solamente en bueno o malo, tomar solamente en
cuenta lo económico o la salud, sino que debemos ampliar la mirada para poder
ver el TODO en su complejidad e ir desde esa conciencia dando los pasos necesarios
para el bienestar propio y del otro.
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