Siguiendo
los dos últimos escritos quiero seguir ahondando sobre un elemento que inicia
la idea de toda acción humana para buscar el bienestar del otro, LA INTENCIÓN, pero por sí sola no trae ninguna transformación positiva de la
humanidad, ésta se concibe COMO
LA DETERMINACIÓN DE LA VOLUNTAD HACIA UN FIN, es decir, cuando la
voluntad se inclina hacia un objetivo determinado que puede ser bueno o malo, los
seres humanos la tenemos en nuestro ser, pero en relación con el bienestar del individuo se deberían tener BUENAS INTENCIONES QUE SE DISTINGUE CUANDO EL
FIN ES NOBLE…
Partiendo
de lo antes expresado, toda acción humana esta presidida por una intención que
en momentos no está totalmente consciente trayendo como consecuencia que se
acciona según las circunstancias o los estados anímicos, por ello, es necesario
revisar desde la conciencia la verdadera intención que impulsa a la voluntad a
accionar, ya que la misma puede que no sea noble, resaltando que en muchos
casos solo la persona conoce realmente la verdadera intención mientras que los
otros confiamos en sus palabra en su palabra.
Por
lo tanto, mis hermanos es necesario la reflexión de nuestras acciones sociales
para indagar en las intenciones que nos motivaron sin engañarnos, para que
desde esta práctica reconocerla para convertirla en una buena donde el medio y
el fin sea beneficioso tanto para quien la realiza como para los destinatarios,
recordando que las intenciones, el deseo y la voluntad van de la mano para
impulsar las actuaciones de la persona en el contexto donde esta inmerso.
RONALD
VALERA: R.V
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