Al
momento de escribir estas líneas se realiza el cierre de campaña del candidato
a la presidencia Luis Fernando Camacho de la agrupación política Creemos,
además, faltan pocos días de las
elecciones para elegir al fututo presidente de Bolivia; el candidato antes
mencionado jugo un papel relevante para
la renuncia de Evo Morales porque logro
aglutinar el malestar popular
movilizando a la ciudadanía, ejerciendo
presión por el fraude de las elecciones de 2019, sin embargo,
Camacho se lanzó a la presidencia desde una lógica que le traerá muchos beneficios a su persona
y a su nueva organización política pero
NO a Bolivia, guardando la sensibilidad de algunos expondré las razones:
·
Es una persona que solo es conocido en
Santa Cruz no tiene alcance nacional.
·
En algunas acciones ha evidenciado que no
cumple con su palabra y por medio de artimañas trato de difamar a su compañero
de fórmula.
·
Su verbo es agresivo e intimidador,
cerrando las posibilidades de dialogo político con todas las fuerzas políticas
incluyendo al MAS.
·
Utiliza la fe como carnada para atraer
votos.
Por
último, el candidato de Creemos a la presidencia es consciente que no reúne los
votos necesarios ni para ganar o pasar a segunda vuelta (ese no es su objetivo), pero asume que su
influencia política será fuerte porque tendrá representación política en la
Asamblea Legislativa y será la llave de los acuerdos políticos necesarios para que el futuro presidente
pueda gobernar tranquilamente, lo que No visualiza es que todos los poderes del Estado aun siguen
controlados por la maquinaria partidista
del MAS que harían todo lo necesario para descarrilar la lógica de
Camacho, peor aún se podría perder
todo el esfuerzo que realizo la
ciudadanía desde febrero de 2016, porque un candidato presidencial tiene una
(in) lógica de poder diferente del resto de los ciudadanos bolivianos.
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